Día de suerte
- Lupita, te digo que sí se puede ganar el Black Jack - Pero son como doscientas cartas - Son cuatrocientas - Ahí está, como puedes ganar? - Solamente tienes que esperar los tréboles, primero sale el siete, de ahí sale el as, después la sota, el caballo y al último el rey. Yo ya vi que siempre salen en ese orden - No te creo, pero no niego que me divierte la idea. Oye y el patrón? - Ya no tarda en llegar. Ambos estaban sentados en la banqueta, cuando por la calle se aproximó una camioneta de carga, llego, se estaciono y de ahí bajo el patrón de Sergio, el dueño del taller mecánico. Sergio, el mecánico se aproximó a él, el patrón le dio las llaves y le dio instrucciones, Sergio asintió con la cabeza y se dirigió a abrir el taller. Lupita, la secretaria, recogió las llaves y se pasó directo a la oficina del taller. Sergio tenia treinta y dos años. Separado de su mujer y con una pequeña niña, a quien no veí